Internet, ese mundo extenso

Un blog de aspiraciones humildes puede tener entre sus links 4, 5 o incluso 6 blogs distintos... Pues bien, si pinchas en esos links y a su vez en otro link de cada uno... o como mucho un par de links más, siempre encontrarás a la misma gente.
Esa gente más que relamida, masticada hasta que su sabor (el poco que tenía, por otro lado) ha quedado en nada. Manida hasta la saciedad... y suciedad de un ámbito que debería oler a nuevo, a limpio... Como el plástico para forrar los libros para el principio de curso.
Pues no, huele a vino de tres días en la boca sin lavar, a uñas negras entre dedos que se alejan ya de aquellas manitas de bebé que fueron algún día... Huele a lo mismo, a lo de siempre. A ese círculo cerrado en el que unos se comen a otros y sólo se dejan de comer para comer a los de fuera. Ese círculo que controla (o cree controlar) qué va y qué viene en la cultura. Parece mentira que, siendo tan grande como es la RED, me encuentre siempre a los mismos patéticos culturetas santanderinos.
Si, por lo menos, una vez al año, hicieran algo novedoso... Pero es que año sí año también, que van cumpliendo los suyos y dejando una huella más que borrable... olvidable... De hecho, no recuerdo ni una sola de las cosas que esta gente hizo el año pasado. ¿Por qué será?
Gente que cree que llegar a la cima de la cultura es publicar asiduamente en un periódico de la provincia, desde el que ya no se puede aspirar a más, eso lo es todo... Monopolizan la prensa de Santander, con el único fin de mantenerse ahí, chupándole la sangre a los pocos primerizos que pueda haber.
Se compinchan luego con el editor más cruel, aquel que una vez que el primerizo se asume sucumbido a esa "magnificencia" ataca, ofrece, se vende al mejor postor.
Si esas son sus aspiraciones... Por favor, que alguien me saque de esta mierda, que no puedo respirar del asco.

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