El Estado, por Platón (mientras Soraya posa, Platón piensa)

Desde este punto de vista diseñó Platón las formas del Estado. Si un Estado es dirigido por los mejores espiritual y moralmente, nos hallamos antes una aristocracia; si el gobernante es sólo uno de estos mejores, entonces tenemos una monarquía. Si ya no gobiernan los que son realmente mejores, sino los ambiciosos, que se creen superiores por su valor y resolución, por ser buenos cazadores, deportistas y soldados, hombres prácticos de acción, duchos en la táctica o arribistas ingeniosos, entonces se trata de una timocracia. Si el enriquecimiento personal se agrava todavía y el poder cae en manos de un pequeño grupo de ricos, sin otra meta que la potencia económica y la propia ventaja, dispuestos siempre a supeditar a estas cosas los superiores valores humanos, entonces tenemos una oligarquía. Pero si este sector se apodera completamente del campo, de modo que cada ciudadano, "sin reconocer orden ni sujeción al deber, pasa la vida conforme a su gusto y su capricho, llamando a esto vida amable, libre y beata", entoncs nos hallamos con la democracia. En este último nivel se ha perdido absolutamente el criterio de la mayor o menor aproximación al ideal del orden y del derecho, opina Platón, pues no se cree ya en la verdad y en el derecho en sí, sino sólo se conocen los propios apetitos subjetivos, con vistas a los cuales se gobierna la sociedad, en la que todos son iguales. Pero la extrema degeneración consiste en la tiranía: una esclavitud bajo esclavos. El pueblo es finalmente el tirano mismo. Es esclavo de sus propias pasiones: para el filósofo de una humanidad basada en la razón y la verdad, en la libertad y el querer moral, tal forma de gobierno es la mayor de las abominaciones.

En el mundo actual, en este 2009 que nos ocupa, sería imposible concebir que la sociedad dejara el poder a los verdaderamente buenos los "aristós". Por tanto, es triste ver cómo el siglo XXI no nos lleva a más aspiración que la simple y anteúltima democracia. Y el camino que llevamos, está cada vez más cerca de una oscura y terrible tiranía.
El interés, por el que Andrés es tan querido, nos impide llegar al "areté", y el espíritu de toda una humanidad, la Humanidad, queda encerrado en un porcentaje ínfimo de seres que se esconden del mundo, y sólo salen para divertir al pópulo... Quizá escriben novelas, o enseñan en un colegio público (que tarde o temprano desaparecerá)...

En fin, piénsenlo, un poco solamente... Yo debo disculparme con mi profesor de filosofía de Instituto, que siempre creyó en la democracia...

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