Visita de los chistes (fragmento)

"Fueron entrando unos médicos a caballo en unas mulas, que con gualdrapas negras parecían tumbas con orejas. El paso era divertido, torpe y desigual, de manera que los dueños iban encima en mareta y algunos vaivenes de serradores; la vista asquerosa de puro pasear los ojos por orinales y servicios; las bocas emboscadas en barbas, que apenas se las hallaran un brazo; sayos con resabios de baqueros; guantes de infusión, doblados como los que curan; sortijón en el pulgar con piedra tan grande, que cuando toma el pulso pronostica al enfermo la losa. Eran éstos en gran número, y todos rodeados de platicantes, que cursan en lacayos y, tratnado más con las mulas que con los dotores, se gradúan de médicos. Yo, viéndolos, dije:
- Si déstos se hacen estos otros, no es mucho que estos otros nos deshagan a nosotros."

Quevedo. Los sueños.

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