Ese momento exacto, ese punto (III)

Cada "guerra" ganada me recuerda con más fuerza las que aún no hemos librado.

No puede ser eterno el instante que yo busco, apenas unos minutos y unos días acaso para recordarlo.

Aunque intente evitar las estaciones frías, tal vez mañana el tiempo se detenga, y nos encuentre lejos, igual de vacíos que ayer, con las palabras que te pido, sin los actos que me callo. Y dibujaremos corazones con el carmín de la abuela, lloraremos piedras de secretos.

Algún día podríamos volver a vernos, tomar algo, recordar por inercia que hubo un tiempo en el que no queríamos llegar aquí, a los cafés cínicos y los poemas fáciles, al patetismo de una lágrima escondida, quizá incluso al sexo esporádico, a la verdad fría de servirnos de recuerdo de nosotros mismos, de lo que fuimos.

A pesar de todo yo no quiero eso, aunque no te lo diga yo quiero las comidas en la cama, los versos del poeta descompuesto pero con novia, la sonrisa en el espejo... Pero no quiero la mentira expuesta de quererlo siempre y tenerlo a veces, cuando los demás se ocupen de sus vidas únicamente.

Contra todo y todos, a mi favor o al tuyo. Tu luz, siempre.

Otras entradas