No es rectificar...

Lo admito, no es razonable. Las cosas no son lo que parecen aunque parezcan lo que son.
No conozco los motivos, pero acepto el error como propio aunque no comparta la perspectiva.
Un rostro fácilmente olvidado que apenas acababa de acercarse por aquí, qué digo un rostro, una voz y apenas escrita. No tengo intención de ir contra la corriente, aunque la impongas, la impones tú.
Atrás los protocolos que me incitan a ser simplemente ingenua, ahora los espejos que me devuelven una imagen confusa. No hagamos hoy montañas de arena (es decir, dunas), porque mañana se las llevará el viento.
A pesar de todo, hay cosas que por ahí no van bien... Pero poco a poco.

Otras entradas