Monólogos suspendidos X (Juventud, divino tesoro)

¿Por qué soy yo quien se asombra tanto de la juventud de hoy en día? ¿Por qué he de ser yo, que no dejo de ser joven, al fin y al cabo? Y aunque eso se pase con la edad, a mí se me incluye -como es lógico- dentro de la "juventud" actual. Pero ¿por qué encuentro tantas diferencias entre 'ellos' y yo? Ni siquiera la franja de la edad puede ser el condicionante ya que conozco a muchos jóvenes de mi edad que no son ni mucho menos Ortega y Gasset o María Zambrano, ni siquiera saben quiénes son estos dos pericos.
Entonces, ¿es que mi impresión es sólo eso: mi impresión? Mis amigos, que en general suelen ser unos años mayores que yo, coinciden conmigo en que la juventud no parece estar dispuesta a fomentar nada bueno en los próximos diez o veinte años. Pero ellos se lo toman, en general, de un modo mucho menos tremendista que yo. A mí esto me parece terrible.

Porque me da miedo pensar en un país en el que dentro de treinta años casi todas las que ahora son chavalitas tendrán, quién sabe, tres o cuatro hijos (y del primero no las separarán ni 14 años casi), otros tres o cuatro divorcios a las espaldas, si no alguna que otra denuncia interpuesta contra sus ex-parejas por violencia, o algo por el estilo. O chavales que ocuparan los puestos de mecánico o telepizzero, con todo respeto hacia ambos profesionales (excluyendo aquí, por supuesto, los hijos de papá que tendrán su propio puesto en una empresa, o un bar o cualquier negocio que después pueda heredar, aunque posiblemente lo sepulte tal y como hará con esos padres a los que tan poco quiso), y estos chavales habrán dejado la semilla aquí y allá, sin saber muy bien cuál es el número exacto de hijos, tanto legítimos como ilegítimos, entre los que se repartirá lo que quede de su dinero... Que no sé cuánto será, salvo que se dedique a la droga. Algo muy popular ahora.

Imagino que la droga haya sido muy consumida, comprada y vendida, por las juventudes de diversas épocas, pero ahora, con esa inconsciencia que caracteriza a las nuevas generaciones, todos los movimientos, legales o no, que se llevan a cabo, acaban plasmados en alguna de las redes sociales que hoy en día ocupan el tiempo de los jóvenes.

Yo utilizo algunas de esas redes sociales, me parecen útiles para comunicarse con personas a las que habitualmente no ves, o incluso para reunir a los amigos sin necesidad de gastarse una pasta en llamadas y mensajes. Incluso puedo llegar a aceptar que sea un lugar de ocio entre amigos. Pero todo queda así: entre amigos.

No entiendo la cultura juvenil de subir "el moco de la choni el sábado pasado", ni "mi buga tunning a la salida de clase", ni esos collages de "te quiero tía" que se hacen las amigas (aunque esto es de lo menos grave), ni "de botellón en la playa"... Cosas por el estilo y aún peores, como: "yo de 4 meses, cómo he cambiado" en un perfil de una chavala de 15 años, o "vaya triturbo que nos hicimos"... Lo que digo, que lo ponen todo.

Que según se levantan encienden el ordenador o el móvil para apuntar la última gran ocurrencia que han tenido: "Hoye Jenny, q la Vane me a dicho q el Xori est con Jesi" (las faltas de ortografía son intencionadas). Y durante todo el día están subiendo fotos, comentándose entre ellos y pasando el rato de la única manera que saben.

Porque aunque repita de nuevo el término, lo que mejor define a estas nuevas generaciones es la inconsciencia. No son conscientes de todo lo que supone vivir en este planeta, no saben que el día de mañana quizá no tenga a papá y mamá para pagarles todos los caprichos que se les antoje. No son conscientes de que la hostia (con perdón) que le has dado hoy a tu novia porque te ha cabreado, mañana puede ser un crimen más. No son conscientes de que la tripa que hoy te crece tan curiosamente, mañana puede ser un niño más al que NO puedes mantener por tus medios y al que seguramente tenga que educar tu madre, que por cierto es SU abuela, o peor aún, será otro aborto más a sumar a la lista de idioteces por las que tenemos que pasar el resto de jóvenes que NO SOMOS ni hemos sido nunca ASÍ.

Y estos jóvenes votarán para elegir a quien los represente, y quien mejor los representa, siendo como son, es gente como Belén Esteban y su paripé aburrido y vacío. Y pagarán las pensiones de las personas de las edades de sus papis y mayores, papis que ahora, por cierto, no sé qué pensarán, igual hasta les parece bien.

En ese sentido, yo duermo algo tranquila porque esta gente no me pagará a mí la pensión, e imagino que la siguiente generación nazca rebotada de todas las payasadas que han hecho sus padres (esto, aunque no es un hecho comprobado, es habitual: que los hijos salgan totalmente contrarios a sus padres, aunque sólo sea por llevar la contraria precisamente).

Y aún así, sabiendo que a mí no me podrán quitar siquiera trabajo, porque ¿qué estudios tiene esta gente? Me sigue pareciendo terrible. No sé a vosotros.

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